LOS GRIEGOS TOMAN EXTREMADURA Y SE QUEDAN ALLÍ PARA PROCREAR

Hoy hemos celebrado el gran triunfo de unos alumnos extremeños, y de su profesor, ignorados por una administración educativa que debía haberles protegido más que nadie en su pretensión de ejercer su derecho a estudiar Griego, en un instituto que ni siquiera se lo ofreció en los formularios de matrícula, a pesar de ser obligatorio.

Claro que hay que acatar las sentencias judiciales. Pero todo este circo habría sido innecesario si las decisiones de arriba hubieran estado encaminadas al cumplimiento de las normas cocinadas en la propia Consejería, en lugar de obedecer al corporativismo caciquil más bochornoso, impropio de un administrador de la Educación.

Cuando intentamos beneficiar a los alumnos, lo más probable es que cumplamos las normas sin tener que mirar el DOE. En cambio, si las contravenimos, es casi seguro que les provoquemos un perjuicio.

Y más allá de las normas: ¿Alguien de la Consejería de Educación y Empleo se había enterado de que el Parlamento Español ha aprobado por unanimidad solicitar a la UNESCO la Declaración del Latín y el Griego Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad?

Por si acaso, estaremos alerta

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